domingo, 3 de marzo de 2013

love me do de madrugada


La parte de atrás de aquel taxi fue el centro del universo, mientras fuera llovía desde dentro oíamos como las gotas repiqueteaban en el techo del coche. En la radio sonaba algún programa sobre sucesos sobrenaturales de esos que ponen en todas las emisoras de madrugada, yo estaba descalza y tú tenías el nudo de la corbata deshecho. Con el rímel y el pintalabios rojo corrido reía mientras bebíamos a morro de la misma botella de champám, si, estábamos muy borrachos y nos daba igual.

El taxista miraba por el espejo retrovisor mientras nos llevaba por el camino más largo como si fuesen a importarnos esos 10 euros de más. Terminamos la botella en el banco de piedra de la plaza, yo bailaba mientras tú fumabas y cantabas malamente por Sabina, dabas palmas intentando seguir el ritmo pero era prácticamente imposible. Nos volvió a dar un ataque de risa.

Entraba con dos cervezas en el salón cuando pusiste el ‘love me do’ de los Beatles en el tocadiscos, cantabas con los ojos cerrados mientras movías el culo al son de la música. Te salía mucho mejor que Joaquín. Y ahí estábamos en el salón de casa, vestidos de fiesta y bailando a los Beatles borrachos mientras bebíamos cerveza.

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