jueves, 26 de septiembre de 2013

La vie en rose

Siempre soñó con conocer París y pasear por esas calles que tantas veces había visto en las películas Francesas, porque a ella el cine francés le gustaba por mucho que la gente dijese que era horroroso, le parecía que tenía un color especial y una elegancia innata en casa escena y en cada movimiento de los actores. Le parecía maravillosa esa sensación de cerrar los ojos y trasladarse dentro de una fotografía de la torre Eifel en primavera, a los pasillos del Louvre mientras el sonido de sus mocasines repiquetean el suelo rompiendo el silencio o pasear por Montmartre una tarde de invierno mientras la nariz se te congela. En sueños bailaba en las escaleras de la Basílica del Sacré Cœur moviendo su falda de lunares al viento, colgaba los pies a la orilla del Sena mientras bebía a morro de una botella de vino tinto bastante malo y comía pan con queso en los jardines de Luxemburgo.

 Pero al final siempre terminaba cantando tristemente la vie en rose sentada en el suelo de su habitación mientras miraba los tejados grises y mojados de su ciudad.  

domingo, 15 de septiembre de 2013

int.mañana

Int.mañana

Él acaricia el pelo de ella. Ella duerme de espaldas a él. Están medio tapados por el edredón de flores, la habitación está desordenada, en el suelo descansa el ordenador en el que la noche anterior vieron una película en blanco y negro. En la mesita de noche hay un vaso de agua medio vacío (o medio lleno), un libro forrado con papel de periódico y las gafas de ella. Él, ahora más insistente, intenta que ella se despierte. Ella se gira y se mete entre sus brazos escondiendo la cabeza en su pecho.  Él habla sobre desayunos con croasanes y café, ella murmura cosas sin sentido. Él la zarandea dulcemente, ella despega la cabeza de su camiseta blanca de algodón, mira hacia arriba, abre un ojo y habla.

- No es justo que estés tan bonito por las mañanas.
- Eso lo debería de decir yo, ¿no crees?
- No, yo soy un horror por las mañanas, tengo el flequillo despeinado, me han crecido pelos en las piernas por la noche, y tú… tú… Parece que va a venir Kalvin Klein a sacarte fotos para su nuevo catálogo. Los dos, Kalvin y Klein.

martes, 3 de septiembre de 2013

De mariposas en la barriga y moon river

Tenía mariposas en la barriga mientras le miraba por encima de su vaso de cerveza, no llevaba la cuenta de los que se había tomado, pero todo le empezaba a parecer extremadamente gracioso, así que seguramente eran más de las debidas. La sudadera gris que llevaba puesta olía a él, las mangas le tapaban las manos y tenía que darle una vuelta a los puños, era como estar abrazada por el continuamente mientras le tenía enfrente tocando con la guitarra una canción tras otra en aquella noche de agosto.

Cuando se sentaron fuera hacía sol, y calor, ahora ella tenía las piernas heladas, pero nada la movía de esa tumbona en la que estaba sentada mirando, bebiendo, escuchando y sonriendo. Al principio estaban rodeados de gente que cantaba las canciones a gritos desafinados, ahora sólo quedaban los dos susurrando canciones tristes separados por una mesa.


Ella le dijo ‘Tócame el moon river hasta que amanezca’ y vieron salir el sol mientras tarareaban juntos we’re after the same rainbow’s end…