domingo, 5 de junio de 2011

Miss Caffeina en Zaragoza, o como motivarse un fin de semana entero sin quitar la sonrisa de la cara

Me gusta pasear por una ciudad que no es la mía mientras hablo de tonterías totalmente trascendentales como si fuesen lo más importante del mundo con alguien a quien le pasa exactamente lo mismo. Hablar de lo mejor de una gira, analizar discos canción a canción, repasar un momento vivido una y mil veces como si fuese la primera vez.
Ir a la fnac, mover todos los discos de sitio para que quede todo mucho más bonito, rebuscar, mirar los vinilos soñando poder tener todo el dinero del mundo, ver caratulas preciosas y otras no tanto…
Tomar café con hielo sentada en un sofá, bueno sentada es un decir, más bien tumbada… mientras esperamos a que den las 5 para entrar a un mundo en el que nos hubiéramos quedado toda la vida, un mundo en el que en las fotos de las paredes se repetían las mismas caras, un mundo en el que nos reíamos todo el rato.
Hacer tiempo tomando una cerveza en un bar mientras esperas a que den las nueve de la noche, ir cada cinco minutos a hacer pis, volver a decir aquello de ‘el día que no me ponga nerviosa antes de un concierto lo dejo’ , mirar por la ventana y reírnos de la situación.
Llegar a las nueve al bolo, esperar hasta que abran rodeadas de adolescentes, escuchar mil tonterías y reírnos. Respirar al pasar por la puerta, situarnos en primera fila, besos, saludos y abrazos seguidos de chapas blancas.
Empieza, ay ay ay… tristezas, indignaciones, sustos, motivaciones infinitas, risas, más indignaciones, somos #niñasprincesas y siempre lo seremos, emocionarse, ponernos moñas totalmente con mi rutina preferida, patalear el suelo con 3000, querer que llegue el momento cabaret y odiarlo cuando llega
Ser fan de comer napolitanas sentada en la calle cuando no tengo hambre manteniendo en lo posible tu dignidad, por que vas vestida de niña fina y eso no pega con tu vestido de blonda y tu flor en el pelo. Bailar los horterismos más horteras como si no hubiera un mañana, y regetonear hasta la madrugada….
El momento triste es cuando dices adiós, cuando desayunas en una estación de autobús y nunca te ha sentado tan mal ese café mañanero, cuando buscas el billete y metes la maleta abajo, das un abrazo, un beso, orto abrazo, un último achuchón y canturreas ‘siempre me matan las despedidas’ antes de decir ‘nos vemos en mes y medio’

1 comentario:

  1. Te amo a lo John Boy, a lo niña imantada, a lo Lisboa, a todo lo que se te ocurra.
    Loveloveloveyou.

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