Dicen que celebrar los cumpleaños con adelanto trae mala suerte, pero a mi me da igual, así que el viernes pasado con dos días de antelación celebré mis 26.
Si, puedo aparentar diez menos, pero son los que cumplo y pesan, pesan mucho. Ya no dices 22, 23... no dices 26 y resuena el eco eis eis eis (si oza oza oza)
Hace un año repasaba las cosas que había hecho en mi primer cuarto de siglo, ahora he empezado el segundo y espero poder tener un millón de primeras veces más de todo lo habido y por haber.
Gracias a las chicas, que son lo m´ças bonito del mundo mundial y las quiero todo el rato.
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