Desde agosto no tenía esa ansiedad en el pecho al escuchar las primeras notas de 'ley de gravitación universal' ese piribiribiribiiiiiiiiii biriiiiiiiiii seguido de unos saltos que no van nunca al ritmo de la música, después bajas la cabeza, cierras los ojos, sonríes y empiezas a cantar...
En cinco días he hecho dos veces lo que no había hecho en casi siete meses, me ha dado flato en 'cabaret', me he vuelto antisocial con la gente que tengo alrededor, he contenido lágrimas en 'mi rutina preferida' y he terminado cervezas que no eran mías.
Ahora mismo volvería a coger la maleta que tengo sin deshacer y me volvía a meter seis, siete o las horas que fueran en un autobús para sentir lo mismo
Es la imposibilidad del fenómeno
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