Int.mañana
Él acaricia el pelo de
ella. Ella duerme de espaldas a él. Están medio tapados por el edredón de
flores, la habitación está desordenada, en el suelo descansa el ordenador en el
que la noche anterior vieron una película en blanco y negro. En la mesita de noche
hay un vaso de agua medio vacío (o medio lleno), un libro forrado con papel de
periódico y las gafas de ella. Él, ahora más insistente, intenta que ella se
despierte. Ella se gira y se mete entre sus brazos escondiendo la cabeza en su
pecho. Él habla sobre desayunos con
croasanes y café, ella murmura cosas sin sentido. Él la zarandea dulcemente,
ella despega la cabeza de su camiseta blanca de algodón, mira hacia arriba,
abre un ojo y habla.
- No es justo
que estés tan bonito por las mañanas.
- Eso lo debería
de decir yo, ¿no crees?
- No, yo soy un
horror por las mañanas, tengo el flequillo despeinado, me han crecido pelos en
las piernas por la noche, y tú… tú… Parece que va a venir Kalvin Klein a
sacarte fotos para su nuevo catálogo. Los dos, Kalvin y Klein.
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